El hipotiroidismo refleja una glándula tiroides hipoactiva. El hipotiroidismo significa que la glándula tiroides no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea para mantener el cuerpo funcionando de manera normal. Las personas hipotiroideas tienen muy poca hormona tiroidea en la sangre. Las causas frecuentes son: enfermedad autoinmune, como es la Tiroiditis de Hashimoto, la eliminación quirúrgica de la tiroides y el tratamiento radiactivo.
Cuando los niveles de hormona tiroidea están bajos, las células del cuerpo no pueden recibir suficiente hormona tiroidea y los procesos corporales comienzan a funcionar con lentidud. A medida que el cuerpo comienza a funcionar con lentitud, usted podrá notar que siente más frío y se fatiga más fácilmente, que su piel se reseca, que tiene tendencia a olvidarse de las cosas y a encontrarse deprimido y también comienza a notar estreñimiento. Como los síntomas son tan variados, la única manera de saber con seguridad si tiene hipotiroidismo es haciéndose las pruebas de sangre.
Tratamiento
- Reemplazo de la Tiroxina (T4). El hipotiroidismo no se puede curar. Pero en casi todos los pacientes el hipotiroidismo se puede controlar por completo. Este se trata reemplazando la cantidad de hormona tiroidea que su tiroides ya no puede producir, para devolver su TSH y T4 a niveles normales. Es así como aún cuando su glándula tiroides no pueda funcionar normalmente, el reemplazo de T4 puede restaurar los niveles de hormona tiroidea en su organismo y las funciones de su cuerpo. Las píldoras de tiroxina sintética contienen hormona exactamente igual a la T4 que produce normalmente su glándula tiroides. Todos los pacientes hipotiroideos excepto aquellos con mixedema severo pueden ser tratados en forma ambulatoria, sin tener que ser hospitalizados. Para los pocos pacientes que no se sienten completamente bien tomando sólo una preparación sintética de T4, puede resultar beneficioso el añadir T3 (Cytomel).
- Efectos secundarios y complicaciones. El único peligro de la tiroxina ocurre cuando se toma demasiada o muy poca. Si toma muy poca, el hipotiroidismo persistirá. Si toma demasiada, desarrollará síntomas de hipertiroidismo – una glándula tiroides hiperactiva. Los síntomas más comunes del exceso de hormona tiroidea son la fatiga con dificultad para dormir, aumento del apetito, nerviosismo, temblor, sensación de calor cuando otras personas tienen frío y dificultad para hacer ejercicio debido a debilidad muscular, falta de respiración, y palpitaciones cardíacas. Los pacientes con síntomas de hipertiroidismo deberán chequearse la TSH. Si está baja, la dosis deberá ser reducida.
Seguimiento
Usted necesitará medirse la TSH aproximadamente 6 a 10 semanas después de cada cambio de la dosis de tiroxina. Puede necesitar pruebas con más frecuencia si está embarazada o si está tomando una medicina que interfiera con la capacidad de su cuerpo para utilizar la tiroxina. La meta del tratamiento es alcanzar y mantener el nivel de la TSH en el rango normal. Los bebés deben tomar su tratamiento todos los días y revisar sus niveles de la TSH a medida que van creciendo, para prevenir retardo mental y retraso del crecimiento.
Una vez que se ha establecido su dosis adecuada de tiroxina, la prueba de TSH deberá hacérsele una vez al año. Usted deberá regresar antes si alguno de los siguientes puntos le es aplicable:
- Sus síntomas reaparecen o empeoran
- Usted quiere cambiar su dosis o la marca de tiroxina, o cambiar la forma como toma sus pastillas, con o sin comida
- Usted gana o pierde mucho peso (una diferencia de tan solo 10 libras para aquellos que inicialmente no tenían sobrepeso).
- Usted comienza o termina de tomar una droga que puede interferir con la absorción de la tiroxina (tales como ciertos antiácidos, suplementos de calcio o tabletas de hierro), o cambia la dosis de dicha droga. Medicaciones que contienen estrógeno también afectan la dosis de tiroxina, asi que cualquier cambio en dichas medicaciones debe ser seguido de una re-evaluación de su dosis de tiroxina.
- Usted comienza o termina de tomar ciertos medicamentos para controlar convulsiones tales como la fenitoina o el tegretol, ya que dichos medicamentos aumentan la velocidad de metabolismo de la tiroxina en su cuerpo, y puede necesitar ajustar su dosis de tiroxina.
- Usted no está tomando todas sus píldoras de tiroxina. Dígale honestamente a su médico cuantas píldoras ha olvidado tomar.
- Usted quiere intentar suspender el tratamiento con tiroxina. Si alguna vez usted piensa que está lo suficientemente bien como para ya no necesitar el tratamiento con la tiroxina, inténtelo sólo bajo la estricta supervisión de su médico. En lugar de dejar de tomar sus píldoras por completo, pídale a su médico que le reduzca la dosis. Si su TSH sube, usted sabrá entonces que necesita continuar el tratamiento.
Fuente: American Thyroid Association – ATA